Madre
guíanos,
Tú que diste tu Sí, un Sí que nos dio vida,
Peregrina de Amor,
visitaste a Isabel, proclamando la grandeza
de Dios nuestro Señor,
la esperanza en tu vientre,
respiraba latente
nuestra salvación
Madre guíanos
Del
sendero la estrella vigilante y
prudente
doncella escogida de Dios
como
puerta de nuestra salvación
virginal
corazón
Que
atraviesan espadas, que en
silencio
se clavan,
Y ante la cruz por su sangre
de la
humanidad eres Madre
Madre
guíanos
Tú
seguiste sus pasos, escuchando y guardando
todo
en tu corazón,
Recorriendo
las tierras, que tu Hijo hizo nuevas
hablando
de Dios
y seguiste la senda que subió hasta el monte
Via
crucis de Amor
Tú eres la peregrina que sus huellas pisó.
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